Érase una vez, una popita que era muy presumida. Un día la popita estaba barriendo su casita, cuando de repente en el suelo encontró algo que brillaba era... una moneda de oro.
La popita la recogió del suelo y se puso a pensar qué se compraría con la moneda.
“Ya sé, me compraré caramelos... uy no, me dolerán los dientes. Pues me comprare pasteles... uy no, me dolerá la barriguita. Ya sé, me compraré unos ovillitos y haré amigurumis .....pero ahora mismo lo que me apetece es hacer un poco de yoga..”
La popita la recogió del suelo y se puso a pensar qué se compraría con la moneda.
“Ya sé, me compraré caramelos... uy no, me dolerán los dientes. Pues me comprare pasteles... uy no, me dolerá la barriguita. Ya sé, me compraré unos ovillitos y haré amigurumis .....pero ahora mismo lo que me apetece es hacer un poco de yoga..”
Más adelante os iré mostrando los amigurumis tan bonitos que voy haciendo.
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